Misas anteriores

Domingo de Resurrección 

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos. 


 Domingo de Adviento. 4 diembre de 2022. Mateo 11, 2-11

Cambiar el "chip"

Segunda etapa en el camino hacia la meta de la Navidad. Hemos llegado al desierto. Y en el desierto nos damos cuenta de nuestra pequeñez, de nuestras carencias, de nuestras pobrezas, de que todavía queda un hueco muy grande en nuestra vida para Dios y para los demás. Y que, si ese hueco no se llena, empezará de nuevo a ser rellenado de egoísmo, de cansancios... ¡Disfruta del desierto! ¡Habla a Dios desde tu silencio! ¡Reflexiona sobre cómo está siendo tu vida! Por si acaso te pierdes, en esta etapa existe un “relaciones públicas” un tanto especial que nos quiere indicar el camino a seguir: es Juan Bautista. No es la “voz” de la carrera –“detrás de mí viene el que puede más que yo”-, es el altavoz, el pregonero que ayuda a desear lo que está por venir, a tener levantadas las antenas de nuestra fe, a cambiar el chip: “convertíos”, que llega Jesús.

Juan Bautista quiere refrescar nuestra vida después de esta primera etapa –“yo os bautizo con agua…”- y nos invita a diseñar la siguiente: “Preparad el camino al Señor”. Para llegar a la meta estamos llamados a dar frutos de encuentro, de fraternidad, de justicia. Si nos puede de nuevo la comodidad, el ir tirando –otro Adviento más-, volveremos a perdernos. ¿En qué tenemos que cambiar para que la Navidad sea una feliz realidad?

Animemos a los demás a que continúen el camino –se hace mejor en compañía-. ¡Seamos, como Juan, testigos de la esperanza! ¡Feliz segunda etapa!


El sacerdote Francisco J. Guerrero Profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga

 Domingo de Adviento. 27 noviembre de 2022. Mateo 24, 37-44

Con el evangelio de hoy comenzamos el Adviento, tiempo de preparación, de espera activa, por eso la liturgia nos propone fijar nuestra atención en la Parusía —la segunda venida del Señor—, a fin de que podamos preparar adecuadamente nuestro corazón.

Ciertamente el tono apocalíptico nos puede resultar chocante, pues no pocas veces nos hacemos una imagen descafeinada de Jesús… y claro, que nos venga a comparar su venida con un ladrón en la noche nos deja fuera de juego. Pero el Señor, que nos conoce muy bien, viene a despertarnos con un zarandeo del letargo en el que vivimos cómodamente, pues además de a Netflix y a HBO, nos hemos abonado a la plataforma del «eterno mañana», con suscripción premium para procrastinar con cargo a la cartera, no a la conciencia.

Como ya pasaba en tiempos de Noé, muchos creyentes viven hoy «etsi Deus non daretur» (como si Dios no existiera). Con esta expresión atribuida al teólogo D.Bonhoeffer –pero que ya había usado siglos antes H. Grocio– podemos definir muy bien el estado de letargo al que nos lleva la anestesia consumista, si acaso con breves periodos de lucidez en los cuales exclamamos: ¡Señor, mañana me preparo!

En el evangelio de este domingo, el Señor nos llama a la conversión, a custodiar nuestro corazón, pues por los caminos mal guardados se nos cuelan aquellas cosas que nos anclan al «eterno mañana».


Andrés García InfanteProfesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.

20 noviembre de 2022. Lc 23, 35-43

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».Había también por encima de él un letrero:«Este es el rey de los judíos».Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».Y decía:«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».Jesús le dijo:«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso». 

Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, 13 noviembre de 2022. Lc 21, 5-19  

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido. Ellos le preguntaron: Maestro, ¿cuándo va a ser éso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder? Él contestó: Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: «Yo soy» o bien «el momento está cerca»; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida. Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. 

Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, 30 octubre de 2022. Lc 18, 9-14 

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.Al ver esto, todos murmuraban diciendo:«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».Jesús le dijo:«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». 

Domingo XXX del Tiempo Ordinario, 23 octubre de 2022. Lc 18, 9-14 

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”. Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». 

Domingo XXIX del Tiempo Ordinario, 16 octubre de 2022

“La fe cristiana nos ofrece una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente. El presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino”. (BENEDICTO XVI, Spe Salvi, n°1) 

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario, 25 septiembre de 2022. San Lucas (16,19-31): 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.Pero Abrahán le dijo:«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.Él dijo:“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.Abrahán le dice:“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.Abrahán le dijo:«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”». 

Domingo XXV del Tiempo Ordinario, 18  septiembre de 2022. Lucas 16, 1-13

Decía también a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él dijo: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».  

Domingo Solemnidad del Corpus Christi, 19 de junio de 2022. Según San Lucas 9, 11b-17 

Jesucristo nos deja la huella de su presencia, marcada en nuestros corazones. En la Eucaristía, Jesús resucitado está presente y nos ofrece su propio cuerpo y sangre como alimento. Esta es la grandeza de la pequeñez de un poco de pan y vino consagrados con las palabras de Cristo, quien, en aquel descampado, atendió a todos cuando les asaltó el hambre, la impotencia, el desamparo, el cansancio... Todos comieron y se saciaron. Nos ha llenado tanto que le seguimos hasta su vuelta definitiva, y proclamamos su muerte por nosotros, no sólo de palabra, sino con obras. Cuando hay problemas o necesidades, la solución inicial es simplona: “despide a la gente...”; pero entonces, la respuesta de Jesús es: “dadles vosotros de comer”. Tras las palabras de bendición, la solidaridad de Jesús se prolonga en las manos de los discípulos: “se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente”. Eucaristía es sacrificio porque dio su vida; lo compartió todo. En el día del Corpus, comemos su Cuerpo y Cáritas nos pide generosidad. Sacrificio y solidaridad son necesarios para dar vida ahí donde falta hasta lo preciso para vivir. Mientras haya gente que se haya dejado cautivar por Cristo será posible el amor auténtico y la caridad, su expresión más clara. Jesucristo nos deja la huella de su presencia en nuestras calles y en el descampado de nuestros corazones para alimentarnos y para que nuestras manos sean sus manos para alimentar a todos. 


ALEJANDRO PÉREZ VERDUGO 

Profesor de los Centros Teológicos

 Diócesis de Málaga 

Domingo Solemnidad de la Santísima Trinidad (Juan 16, 12-15). 12 de junio de 2022 

Cuando se trata de un misterio, la actitud no puede ser la de querer comprenderlo enteramente, sino la de dejarse envolver por él, descubrirse dentro de ese misterio, acogido y sostenido por él. Cuanto más cuando el misterio es el de la Santísima Trinidad, en la que vivimos, nos movemos y existimos.

Si la semana pasada celebrábamos Pentecostés, hoy el Evangelio nos recuerda que es el Espíritu quien nos capacita para experimentar la realidad de Dios de esa manera que decíamos: como un misterio que nos envuelve y no tanto como un problema a resolver. En el cuarto evangelio la palabra “verdad” tiene que ver más con la revelación, con aquello que Dios ha querido mostrarnos de sí mismo, que con lo que nosotros entendemos por verdad.

Por eso, decir que el Espíritu de la verdad nos guiará hasta la verdad plena quiere decir que el Paráclito nos va a mostrar la profundidad de lo que Jesús ya nos ha dicho, y que nosotros solo alcanzamos a vislumbrar. Con la ayuda del Espíritu no solo sentiremos la presencia del Señor en nuestras vidas, sino que comprenderemos que nuestro Dios no es un ser solitario que nos mira desde el lejano cielo, sino que ha querido compartir nuestra historia y que no nos abandona, porque conoce nuestra debilidad y continuará comunicándose con nosotros para que no nos perdamos; porque nos conoce bien y sabe lo que necesitamos.


Emilio López Navas 

Profesor de los Centros Teológicos

 Diócesis de Málaga 

Domingo Solemnidad de Pentecostés, 5 de junio de 2022. 

En esta sociedad del bienestar y la seguridad, parece, paradójicamente, que estamos llenos de miedos. Estamos como aquellos discípulos de Jesús: con las puertas cerradas por miedo. Los fenómenos del estrés, de la violencia, de la guerra, de la búsqueda de evasión a cualquier precio, tienen su raíz en el miedo existencial de las personas, cuando pierden el norte y el sentido de la vida. Por eso, de múltiples maneras todo el mundo ansía la paz. Ahora bien, ni todo el mundo la busca por los mismos caminos, ni todo el mundo la encuentra. En este trozo del evangelio de Juan en el que se nos narra una de las apariciones de Jesús resucitado, se nos dice de manera muy clara dónde y cómo los cristianos encontramos la paz: la encontramos en la experiencia gozosa del Señor en medio de nosotros. Aunque, eso no es todo. La paz que da la presencia de Jesús no se parece en nada a una especie de relajación egocéntrica tipo «nueva era». Se trata, más bien, de una alegría serena que nos urge a abrir las puertas, dejar atrás nuestros miedos e ir al mundo. Para eso Jesús nos da su Espíritu, para ser enviados, tras estar con Él. El Espíritu Santo, que hizo posible la entrada del Hijo de Dios en el mundo, es el mismo que Jesús nos da para que también podamos nosotros adentrarnos en él como en tierra de misión. 

PEDRO LEIVA BÉJAR 

DIRECTOR CENTROS TEOLÓGICOS   

Domingo IV de Pascua, 8 de mayo de 2022. Según San Juan 10, 27-30

«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna…».Con tal belleza expresa el Evangelio según San Juan la relación entre pastor y ovejas, entre el Señor y su pueblo, y prosigue: «nadie las arrebatará de mi mano… nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno». ¿Hay un eslogan, canción, lema, refrán, dicho, verso o escrito de cualquier género más esperanzador? En estos tiempos que atravesamos de dolor, crisis, guerra, egoísmo, enfermedad... el evangelio de hoy, en este tiempo pascual, nos llena de sosiego y de ternura, de amor de Dios derramado en el mundo, como nos dice el papa Francisco, pues no hay lugar más seguro que la mano del Padre, y del Hijo, del Buen Pastor, de la que nadie nos arrebatará.

¿Qué lleva a las ovejas a seguir al pastor? No es el destello de sus joyas, sino la calidez de sus palabras. Y no me refiero a palabras vacías de contenido, sino a las que pronuncia una voz que acoge y hace posible el seguimiento. ¡Qué necesitado está nuestro mundo de palabras acogedoras y misericordiosas! El avance de la “presencia online” en nuestra sociedad se acompaña de la necesidad de cuidar nuestras palabras, con la sabiduría del Buen Pastor. ¡Cuántas palabras hieren el corazón que las oye! ¡Cuántas palabras dicen lo contrario de lo que las obras pretenden mostrar!

Aprendamos de las buenas palabras del Buen Pastor.


ENCARNI LLAMAS

Domingo II de Pascua, 24 de abril de 2022. Según San Juan 20, 19-31

Al recoger el testimonio de los primeros encuentros con Jesús resucitado, el evangelio expresa un propósito audaz: “para que creyendo tengáis vida”; es decir, que el fruto de aquellos encuentros se haga efectivo para quienes lo escuchen en todo tiempo y lugar. Así pues, se trata de un testimonio destinado, a su vez, a generar testigos que hagan visible en su carne la presencia del Resucitado y el dinamismo de su Espíritu. Tal es la audacia del Evangelio y también su fuerza, manifiesta a lo largo de los siglos. Pero esto solo puede ocurrir si el encuentro con Jesús es hoy para nosotros una posibilidad real. Esta posibilidad se confía a la fragilidad de un mensaje y de unos mensajeros, según la desconcertante lógica de la encarnación, el modo de obrar del Dios que vino a habitar entre nosotros. Los primeros testigos, elegidos por el Señor para acompañarlo y consternados por la Cruz, recibieron de sus labios un anuncio de paz y se llenaron de alegría al verlo. La experiencia del encuentro con Jesús dejó en los discípulos una huella que se convirtió en seña de identidad de la Iglesia naciente: una paz que restaura, la misión de extender esta paz a través del perdón y una alegría que es signo de la vida nueva. Nosotros, que no hemos visto al Señor, llevamos en toda nuestra vida la señal del mismo encuentro: el estupor ante las mismas llagas, el aliento del mismo Espíritu, la alegría de la misma fe. ¡Somos testigos 


FRANCISCO CASTRO PÉREZ PÁRROCO DE SANTA INÉS  

3er Domingo Cuaresma, 20 de marzo de 2022 Lucas (13, 1-9). 

Como en los tiempos de Jesús, también hoy algunos piden cuentas a Dios del sufrimiento de tantos inocentes como consecuencia de la guerra o de la pandemia, preguntándose: “¿Cómo puede permitir Dios tanto dolor?”. Qué fácil resulta culpar a otros de las desgracias propias o ajenas, y qué difícil encontrar las verdaderas razones y causas del sufrimiento.

Jesús, que conoce cómo piensan sus interlocutores, niega que el motivo del dolor sean los pecados cometidos por quienes lo sufren. Es el ejercicio de la libertad de cada persona el que tiene consecuencias positivas o negativas en los demás y en uno mismo. Por eso, Jesús pone el foco de atención en quienes le preguntan y los invita a convertirse para evitar nuevas desgracias.

Jesús interpela a sus oyentes con la parábola del viñador que acude al campo a buscar sus frutos sin encontrarlos. La Cuaresma es tiempo de conversión, de descubrir cuánto nos falta aún para corresponder al amor infinito de Dios por cada uno de nosotros. Aprovechemos la confesión sacramental para mostrar nuestro arrepentimiento sincero a Dios recibiendo su perdón, y acudamos a la comunión eucarística para recibir al único capaz de transformarnos llenándonos de su amor y felicidad.

 Mª Ángeles CabreraLa profesora de Periodismo de la Universidad de Málaga,Diócesis Málaga. 

2do Domingo Cuaresma, 13 de marzo de 2022 Lucas (9,28-36). 

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.

Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.

Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»

Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. 

1er Domingo Cuaresma, 6 de marzo de 2022 Lucas (4,1-13). 

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.

Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.

Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan."

Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".

Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo."

Jesús le contestó: "Está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".

Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".

Jesús le contestó: Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".

Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

Domingo VIII del Tiempo Ordinario, 27 de febrero de 2022 (Lucas 6, 39-45). 

De la abundancia del corazón habla la boca

Las palabras del Evangelio están dirigidas a los discípulos, a nosotros, y se refieren principalmente a nuestra relación con los hermanos, miembros de la comunidad cristiana. Ellas nos advierten de que hemos de ser muy prudentes a la hora de valorar a los demás y de practicar la corrección fraterna. Siendo discípulos, corremos el riesgo de querer guiar al que consideramos ciego, sin darnos cuenta de la viga que hay en nuestro ojo, lo que muestra hasta donde llega nuestra ceguera. Si estuviésemos en condiciones de guiar a otro, lo primero que veríamos es la viga de nuestro ojo, y empezaríamos por intentar quitárnosla. Quien se considera con buena vista para juzgar y condenar a los demás es que está ciego, se equivoca.

Pero, ¿no tenemos la responsabilidad de practicar la corrección fraterna? Sí, pero sólo podremos corregir fraternalmente si lo hacemos con conciencia de nuestros propias limitaciones y pecados, con humildad, mansedumbre y discreción, buscando solo el bien del hermano, sin comentarlo con nadie. Y esto cuando nos cueste más esfuerzo corregir que callar. No nos engañemos. La crítica, la condena, la murmuración muestran la verdad de lo que hay en nuestro corazón, porque de la abundancia del corazón habla la boca. Del hombre bueno nunca saldrán críticas, juicios malévolos, ni murmuraciones; solo saldrá perdón, bien y generosidad.

Gabriel Leal

Sacerdote diocesano

Evangelio según San Lucas 6, 27-38 - Amad a vuestros enemigos. Domingo 20 febrero 2022.

En este domingo 7º del tiempo ordinario el evangelio nos invita a superar toda división y todo odio, para seguir el mandamiento del amor. Cristo nos enseña a perdonar y a convertirnos en hombres y mujeres que tienen el mismo corazón misericordioso del Padre. ¡Que preciosa y grande  misión encomendada también a nosotros!

Con la mirada puesta en el Señor ¡adelante siempre!Fuente Red de catequistas de Galicia 

6to Domingo del tiempo ordinario. 13 febrero.  Evangelio según San Lucas 6 17.20-26.  Bienaventurados los que dejan en su vida un hueco para que crezca Dios.

El Evangelio dice bienaventurados los puros, mientras que el mundo dice bienaventurados los astutos y los vividores. Este camino de la bienaventuranza, de la santidad, parece conducir al fracaso. Preguntémonos de qué lado estamos: ¿del cielo o de la tierra? ¿Vivimos para el Señor o para nosotros mismos, para la felicidad eterna o para alguna satisfacción ahora? Preguntémonos: ¿realmente queremos la santidad? ¿O nos contentamos con ser cristianos sin pena ni gloria, que creen en Dios y estiman a los demás pero sin exagerar? El Señor «lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados» En resumen, ¡o santidad o nada! Es bueno para nosotros dejarnos provocar por los santos, que en esta vida no han tenido medias tintas y nos «animan» para que tengamos el valor de elegir a Dios, la humildad, la mansedumbre, la misericordia, la pureza, y para que nos apasionemos por el cielo más que por la tierra  (Ángelus 1 de noviembre de 2018)

II Domingo de Adviento. Ponte en camino. Hay muchos desiertos por regar. Ponte en marcha. Hay un trabajo que hacer, llénate de Dios como se llena una regadera e inclínate para servir. Lc. 3, 1-6

El Señor no se impone en nuestras vidas. Espera ser acogido y respeta nuestras opciones. La Palabra nos invita a despejar todo aquello que impida su llegada y nos recuerda que Dios nos ofrece su misericordia, su perdón, su proyecto de vida. No se trata de una oferta “online”, sino “presencial”. El Dios que viene, ya está entre nosotros. No es posible disimular nuestras verdades detrás de ninguna “pantalla”. Quizás, por eso mismo, lo primero, es preguntarnos si estamos dispuestos a acoger su ofrecimiento, si nos interesa su presencia, si de verdad estamos ansiando el perdón, la salvación que san Pablo anhela para los primeros cristianos: “Que lleguéis al Día de Cristo limpios e irreprochables”. Poco haremos para facilitar su llegada transformante a nuestras vidas si no respondemos a estas cuestiones previas. Acogerlo, desde un encuentro “cara a cara”, puede resultar incómodo. Es probable que haya más de un pedrusco del camino que no estemos dispuestos a remover, más de un rodeo que prefiramos seguir dando para esquivar las exigencias de su seguimiento. Pidámosle que cambie nuestro corazón: Señor, tú lo sabes todo. Sabes bien que deseamos tu presencia y al mismo tiempo nos resistimos a cambiar, a convertirnos. Danos la luz y la fuerza del Espíritu para desbrozar el camino y facilitar nuestro encuentro.

                                                                                            DANILO FARNEDA PROFESOR CENTROS TEOLÓGICOS


I Domingo de Adviento. Despierta. Espabila, déjate regar por la Palabra, empapa la tierra, inunda de vida tu casa y tus mundos. Lc 21, 25 - 28, 34-36.

¿En qué quedamos? ¿No es el Adviento tiempo de esperanza? Nos sorprenden por ello el lenguaje y las imágenes sobre todo del evangelio. Porque el mensaje de Jesús es que Dios es esperanza y genera esperanza en los hombres (Spe salvi). Además el mismo texto nos indica que el final de todo será la llegada salvadora del Hijo del Hombre. Las oscuras imágenes que se nos presenta tratan de llamar la atención a quienes vivimos en la historia con aburrimiento y sin esperanza. Porque para el cristiano, cada instante y circunstancia están plenos de sentido, la historia se encamina hacia la total realización del hombre en Cristo el Señor. Por eso en el mismo evangelio se nos ruega: “tened cuidado de vosotros….”. No es de recibo vivir como si todo diese igual, esclavos de los “agobios de la vida”. La espera de este fin definitivo no debe hacernos mirar para otro lado ante la opacidad del presente. Debemos estar con los ojos abiertos y los oídos atentos para “mantenernos en pie ante el Hijo del Hombre”. Un día podremos conseguirlo, con la ayuda de Dios. Mientras, en este Adviento que iniciamos, nuestros afanes se dirigen a ser dignos de recibir ese don: “mantenernos en pie ante el Hijo del Hombre”. El comienzo del Adviento es otra llamada de Dios a preparar su venida que esperamos con estilo sinodal: participación, comunión y misión.


FUENTE: DIOCESIS MALAGA. FRANCISCO ARANDA PROFESOR CENTROS TEOLÓGICOS 

Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Mi reino no es de este mundo. FANO”. Domingo 21 noviembre.

Según san Juan 18, 33b-37En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?». Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?». Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí». Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?». Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz». Palabra de Dios

Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario,  14 de noviembre. Tu palabra es eterna. FANO Según San Marcos 13, 24-32 

Hoy domingo, día de acción de gracias porque Cristo ha resucitado, y día de plegaria porque la historia y su futuro aún tienen muchos puntos oscuros; plegaria a Dios para que la Iglesia continúe trabajando, en sinodalidad, como siempre, por los demás, especialmente por los más pobres.

En cada labor gratuita a los demás tenemos que descubrir la presencia viva de Dios, porque su llegada definitiva ya se ha estrenado en lo pequeño de nuestra vida cotidiana, en nuestra historia concreta. En el día a día nos jugamos nuestro futuro. Cada uno es responsable de sus obras mientras se produce la venida definitiva del Hijo del Hombre que “está cerca, a la puerta”.

Vendrán falsos profetas que anuncien el fin del mundo y cosas parecidas. Nosotros vivamos siempre fieles al Señor pase lo que pase en la historia del universo y pase lo que pase en nuestra propia historia personal. Hemos de confiar en la Palabra de Jesús, cuya presencia resucitada y su promesa no nos engañan. En un mundo que vive de espaldas al Evangelio hemos de dar testimonio cada día, hasta el final.

Hoy en la Eucaristía, acción de gracias y plegaria, Cristo se ofrece en el altar y en esta diócesis. Que Cristo nos ilumine en la hora de la historia que nos toca vivir para que demos el testimonio adecuado. Él es la ofrenda, Él es la señal del Padre Dios para los hombres de todos los tiempos, Él es la Palabra que no pasará.


Fuente El sacerdote Alejandro Pérez Verdugo, profesor de los Centros de Formación Teológica y delegado de Liturgia de la Diócesis de Málaga

Domingo XXXII del Tiempo Ordinario,  7 de noviembre. Entrega toda tu pequeñez. FANO Según san Marcos 12, 38-44. 

¿Soy como los escribas, que sólo aparentan ser buenos creyentes? ¿O soy como la viuda pobre que ha descubierto a Dios como su único Bien? 

Hoy San Marcos nos presenta, en primer lugar, una crítica del Señor a los escribas y, en segundo lugar, un ejemplo a imitar. Primero, Jesús enseña a sus discípulos que no sean como los escribas que sólo buscan aparentar delante de todos, sólo buscan con ansias el reconocimiento de los demás: asientos especiales, saludos especiales, reverencias especiales, ropajes especiales; pero ellos sólo aparentan ser personas religiosas, porque en lo profundo no lo son, roban a las viudas (las personas más desprotegidas) y fingen hacer oraciones, que son sólo apariencia y falsedad. Segundo, Jesús sigue con su enseñanza dando un ejemplo de verdadera santidad a sus discípulos, aprovechando lo que ve en el patio de las mujeres del Templo de Jerusalén; mientras muchos (as) dan grandes sumas de dinero como ofrenda al Templo del Señor, sólo lo hacen para aparentar porque dan lo que les sobra, en cambio una viuda pobre (la más desprotegida) calladita da dos moneditas de cobre (unos 75 pesos en total), todo lo que tenía para vivir; ella lo da porque ha descubierto que sólo el Señor puede llenar su corazón y su vida y lo material no importa. Esto es lo que Jesús quiere que sus discípulos aprendan. 

Fuente Boosco

Domingo XXX del Tiempo Ordinario,  24 de octubre. “No podemos callar lo que hemos visto y oído”. DOMUND 2021

Hoy se nos presenta al ciego de Jericó, que reclama la atención de Jesucristo, cuando pasa por su lado, pidiéndole que le cure. Es un evangelio en el que se resalta la importancia de la oración.

Sin embargo, para que podamos rezar y tener la misma fe que este ciego, necesitamos que se

den en nosotros dos aspectos importantes. En primer lugar, debemos reconocer que estamos ciegos, es decir, reconocernos pecadores, algo que no es nada fácil. Todos somos ese ciego, sentado al borde del camino. Puede que estemos en un momento de nuestro camino de fe en el que estamos como sentados, parados en las mismas cosas, en los mismos pecados, habiendo caído en la rutina. Esta posición del ciego nos muestra esa quietud, el ciego que no se mueve hacia nada y que pide limosna, como nosotros que podemos estar pidiendo el afecto de los demás, la ternura, el amor, la comprensión, el dinero.

En segundo lugar, para poder gritar como lo hace Bartimeo necesitamos la fe. Ya hemos reconocido que estamos ciegos, ahora nos hace falta la fe que tiene Bartimeo para reconocer que Jesucristo es el único que puede curarnos la ceguera.

El evangelio nos invita a ser como Bartimeo, que está esperando ese momento oportuno (kairós lo llaman los griegos) en el que Jesucristo pasa, y no puede desaprovecharlo. Se desprende de su manto (esto lo es todo para un ciego) y corre hacia el Mesías sabiendo que lo va a curar.


Fuente https://www.diocesismalaga.es/La profesora de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, Elena López Abelaira 

Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario,  10 de octubre. “Solo necesito el fino hilo de tu pobreza para tejer el Reino de Dios... (suelta el camello) ”. San Marcos 10, 17-30

Jesús contrapone el modo de «los hombres» (para quienes «es imposible» salvarse) al de «Dios» («para Dios todo es posible»).

Jesús repite tres veces (por tanto, algo bien atestiguado) que la dificultad de «los hombres» reside en la riqueza (en «la confianza» en la riqueza, según la traducción litúrgica).

El texto parece relacionar riqueza y la estafa (obtenida de manera injusta), pues Jesús, añade al rico un mandamiento que no viene en los diez: «no cometerás fraude»

La alternativa es amontonar «un tesoro en el cielo». Como los Doce, que sí han «dejado todo» y han «seguido a Jesús», como le había pedido al rico (Marcos no dice que sea joven).

Tal petición («vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, y luego sígueme») es paralela con la que había proclamado a sus discípulos anteriormente («que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga»), también en un contexto donde se enfrentan las dos mentalidades.

Al que hace así las cosas, Jesús le asegura ya desde ahora una nueva familia («casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras», pero sin la figura de dominación -el padre-,como enseñó el domingo pasado), y después -en el futuro- la vida eterna, por la que había preguntado el rico. Fuente https://www.ciudadredonda.org

Domingo XXVII del Tiempo Ordinario,  3 de octubre.Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. San Marcos 10, 2-16

Algunos fariseos se acercaron a Jesús, y para tenderle una trampa le preguntaron si al esposo le está permitido separarse de su esposa. Él les contestó: – ¿Qué os mandó Moisés?- Dijeron: – Moisés permitió despedir a la esposa entregándole un certificado de separación.- Entonces Jesús les dijo: – Moisés os dio ese mandato por lo tercos que sois. Pero en el principio de la creación, Dios los creó hombre y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.- Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. Jesús les dijo: – El que se separa de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.- Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo: – Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Os aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él.- Tomó en sus brazos a los niños y los bendijo poniendo las manos sobre ellos. Fuente https://www.radiopalabra.org

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario,  26 de septiembre.No es de los nuestrosSan Marcos 9, 38-43.45.47-48

Jesús quiere corregir la mirada de los suyos para que se fijen, no tanto en «quién» tiene esa autoridad, quién hace exorcismos, quién usa su nombre... cuanto en el servicio y el bien que se realiza con ella. Lo primero y más importante no es que crezca el pequeño grupo, sino que la salvación de Dios llegue a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo. Lo primero es liberar al ser humano de aquello que lo destruye y hace desdichado. Lo primero no es si tiene permiso, si está bautizado, si es creyente, si practica, si su vida está conforme a las prescripciones religiosas.... sino  QUE HACE EL BIEN. .. Leer mas

Domingo XXV del Tiempo Ordinario,  19 de septiembre.El que quiera ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos  Marcos 9, 30-37

Jesús hace un gesto significativo (vv. 36-37): Llama a un niño, lo coloca en el medio, lo abraza y agrega: “Quien acoge a uno de estos niños en mi nombre, a mí me recibe”. Los niños son presentados por Jesús como símbolos del débil e indefenso que necesita protección y cuidado. En tiempos de Jesús, como hoy, los niños eran amados, pero no tenían relevancia social, no contaban nada desde un punto de vista legal, e incluso eran considerados impuros porque transgredían los requisitos de la ley.  Leer mas  

Fuente https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/?f=2021-08-22

Domingo XXIII del Tiempo Ordinario,  5 de septiembre. ¡¡¡ÁBRETE!!! ¡EFFETÁ!. San Marcos 7, 31- 37

Jesús cura a un sordomudo de su enfermedad. Le abre los oídos y le desata la lengua. También nosotros tenemos que abrir nuestros oídos a su Palabra y nuestra boca debe proclamarla a todos.

Domingo XXII del Tiempo Ordinario, 29 de agosto. ¿En que cosiste la felicidad que sale de un corazón puro?   san Marcos (7,1-8.14-15.21-23)

Jesús sabe de la hipocresía de los fariseos que no exigen a otros el cumplimiento de la voluntad de Dios sino sus propias normas haciéndolas pasar por mandatos divinos. Por eso, Jesús enseña que las manos no lavadas no acarrean impureza (si acaso alguna indigestión) porque la pureza de corazón es algo más profundo. Dicha pureza se consigue teniendo una vida conforme a la fe. Leer la reflexión.

Fuente https://www.diocesismalaga.es/Manuel Jimenez Bárcenas-

 Arcipreste de Fuengirola-Torremolinos


Domingo XXI del Tiempo Ordinario, 22 de agosto. ¿TAMBIÉN VOSOTROS QUERÉIS MARCHAROS?  San Juan 6,60-69

Hoy Jesús nos plantea a nosotros la misma pregunta que a sus discípulos: ¿También vosotros queréis marcharos?. Nos coloca ante una alternativa: la valentía de decirle que no y ser coherentes con ese no... o hacer nuestras las palabras de Pedro: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? En tus palabras hay vida eterna y nosotros creemos".

Fuente https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/?f=2021-08-22

Domingo XX del Tiempo Ordinario, 15 de agosto. Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.         Lucas 1, 39-56 

El sacerdote Damián Ramírez Lozano, de la Diócesis de Málaga, ofrece el comentario del evangelio de este domingo, 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, en audio. Aquí puedes escucharlo.

Domingo XVIII del Tiempo Ordinario, 1 de agosto.   Juan 6, 24-35 . Jesús, verdadero “pan” que hay que comer, para reproducir su vida en la nuestra.

El hambre en el mundo no queda al margen de estos versículos; lo que el Evangelio nos presenta es el horizonte de Jesús, quien reconduce esa búsqueda material a algo más, a Él mismo que es Vida y que lleva a la vida humana plena en todos los sentidos. 

Fuente http://www.catequesisdegalicia.com/ecoevangelio-xviii-domingo-ordinario

Según Jesús, lo nuestro no es ser los primeros de la fila, aunque la madre de Santiago y Juan así lo deseaba. Ella, desde su sentir de madre, pide lo mejor para sus hijos y desde aquí su petición es justificable; más no la actitud consecuente de los hijos. Con justa razón Jesús les dice: «no sabéis lo que pedís». Ellos han hecho ya un camino junto a Jesús y aún no comprenden el discipulado al que han sido llamados, siguen esperando un futuro de honor y de grandeza.

La ocasión es aprovechada por Jesús para ratificar su propuesta. Lo hace presentando dos ejemplos opuestos: el primero que no deben seguir, el de los tiranos que oprimen; y el segundo que deben imitar, el de Jesús que ha venido a servir y a dar su vida. Así, al contrastar ambos liderazgos, los cristianos ya sabemos cuál es el modelo para imitar.

En este domingo 25 de abril, en la fiesta del apóstol Santiago, podemos aprender junto al Apóstol el camino del servicio. Si bien es cierto su deseo de aparecer fue cuestionado por Jesús, más loable es su decisión de entregarse al servicio gratuito hasta el martirio como su Maestro.

Fuente http://www.catequesisdegalicia.com/ecoevangelio-xvii-domingo-ordinario

"Con Jesús siempre a mi lado siento armonía ". FANO 

El Evangelio de este domingo nos describe a Jesús como compasión, uno de los rasgos distintivos que mantuvo con su pueblo. Los expertos señalan que el verbo compadecer expresa lo mejor de los sentimientos de Jesús. El filtro de la compasión lo mueve a atender al pueblo que lo sigue “como ovejas sin pastor”, y lo hace enseñándoles. En este modo de actuar descubrimos tres claves de la compasión de Jesús: comprende, asiste y promueve (cf. EG 179). Son las mismas que han de juzgar la compasión cristiana; reconocer la postración del otro va más allá de sentir lástima sin hacer nada. La compasión nos mueve a la acción porque lo que pasa por el corazón no se queda en mero razonamiento frío y calculador. 

Fuente http://www.catequesisdegalicia.com/ecoevangelio-xv-domingo-ordinario

La misión recibida de Jesucristo resucitado y animada por el Espíritu Santo tiene hoy acentos nuevos que se han de destacar, como el de llevar el mensaje de cuidar nuestra casa común a todos los rincones de la tierra. Miles de misioneros empapados por la encíclica Laudato Si’ están dando testimonio de su fe en este sentido. Del activismo ambiental  han pasado a ser auténticos misioneros del Evangelio de la Creación, como el Papa lo ha expresado.



Domingo XIV del Tiempo Ordinario, 4 de julio.   Marcos 6, 1-6. Quitar etiquetas para acoger el bien que llega a nuestra vida.

En el Evangelio de este domingo, sin matizaciones o justificaciones, Jesús relata: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa» (Mc 6, 4). Jesús se está refiriendo a su propio profetismo, que se desenvuelve entre “la admiración” y el “escándalo” de sus paisanos, quienes finalmente se decantan por el rechazo de su mensaje.  

Que la enseñanza de Jesús en este domingo nos motive a ver mas allá de las etiquetas que colocamos a nuestros conocidos para que seamos capaces de acoger el bien que llega a nuestra vida. 

Fuente catequesisdegalicia

Con tocarte solo un poquito con fe, me sanas. FANO

Domingo XIII del Tiempo Ordinario, 27 de junio.  Marcos 5, 21-30; 33-43. Fe activa e itinerante para cuidar la vida.

Este domingo nos fijamos en dos personajes del Evangelio: en Jairo, jefe de la sinagoga y en la mujer, de la que no se dice su nombre sino que se la identifica por su enfermedad y su impureza. Recordemos que en la mentalidad de la época, toda persona que tocara sangre o a un cadáver era considerado impuro., y a la vista de todos, que su hija sea curada. Por otro lado, la mujer anónima, impura y avergonzada de su mal, ni siquiera se siente digna de hablar con Jesús. Sale por detrás de la multitud y se atreve a tocar su manto.. Leer más

Fuente catequesisdegalicia

"Cuando la tormenta nos zarandea, despiértate y tráenos tu calma».   FANO

Jesús no hace opción por la seguridad que ofrece la tierra firme. Su objetivo es ir más allá “a la otra orilla”, que en su época era territorio no judío y por tanto territorio de paganos. Este movimiento lo obliga necesariamente a atravesar el mar, considerado como signo del mal y de peligro. Lo atravesará en una barca en medio de la tempestad, y este es otro elemento a resaltar. Marcos quiere explicar que la primera comunidad cristiana se está enfrentando a un tiempo y un viento contrarios; pero Jesús está en la barca, emprende el viaje junto con ellos, junto a otras barcas.  Leer más

Fuente catequesisdegalicia

Domingo XI del Tiempo Ordinario, 13 de junio. Una pequeña semilla de fe hará de mi desierto un jardín.

El bien germina secretamente en el corazón humano, y, por lo mismo, tenemos la capacidad de desarrollarlo con nuestro trabajo, pero sobre todo confiando en la providencia de Dios que nos hará crecer hasta ser protectores de la vida.

 Fuente Catequesis de Galicia

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, fortalece nuestra relación y amistad con Jesús. Con piedad y adoración reverente nos arrodillamos ante el Sagrario, pues creemos y confesamos firmemente que Jesús está vivo y presente en la Hostia Consagrada.

Domingo, 30 mayo. Trinidad, encuentro con amor

El Evangelio nos narra lo más hermoso del mensaje cristiano, la Buena Nueva de Jesús nos dice que Dios es una familia formada por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; lo más hermoso que nos comunica es que Dios se llama AMOR.

“VEN ESPIRITU DE AMOR”

SABADO, 22 MAYO 2021 

20:30h

Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, 1 octubre de 2022. San Lucas (16,19-31): 

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:«Auméntanos la fe».El Señor dijo:«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».