¿QUE ES PASTORAL DE LA SALUD?

Es el servicio de la Iglesia al mundo de los enfermos, en domicilios, hospitales y residencias, con el fin de acompañarle a la recuperación de la salud mediante el diálogo, el testimonio, la caridad, la oración y la acción litúrgica inspirado por el Espíritu Santo, realizado en nombre del Señor Jesús, buen samaritano y Salvador, que expresa el amor misericordioso del Padre.


¿QUIÉNES SOMOS?

Un grupo de personas de la parroquia, que encuentra parte de su vocación en la Pastoral de la Salud. El grupo tiene dentro de la parroquia San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza la misión de manifestar el amor y la presencia de Cristo y de la Iglesia en los hogares del pueblo. Su cometido es acercarse y acompañar, a los que sufren la enfermedad, a sus familiares y las personas que los cuidan y atienden, ya que, en estas circunstancias, necesitan apoyo, desahogo, escucha, encontrar sentido, alimentar la esperanza y ser fortalecidos espiritualmente.

La Pastoral no sólo se dirige a los enfermos, sino también a los sanos, inspirando una cultura más sensible al sufrimiento, a la marginación y a los valores de la vida y la salud.


¿DE QUÉ FORMA LO HACEMOS?

- Visitando semanalmente a las personas que lo solicitan, o a las que nos hemos acercado antes, acompañando en el proceso de la enfermedad y la vejez.

- Administrando el sacramento de la Eucaristía, por el párroco o los ministros extraordinarios de la comunión.

- Dando la posibilidad de recibir el sacramento de confesión.

- Administrando el sacramento de la unción de enfermo.

­-y sobre todo dar a todos ,nuestro cariño y acompañarlos en los momentos difíciles de sus vidas.

Cuidando y animando tanto a enfermos como a sus familiares.

 

Si estás interesado en que se visite a un familiar o desean recibir los sacramentos antes mencionados, dínoslo, estamos a vuestro servicio y disposición.

"El mandamiento del amor, que Jesús dejó a sus discípulos, también encuentra una realización concreta en la relación con los enfermos". 


NUESTRA FORMACION

Desde hace al menos dos décadas funciona en la parroquia esta preocupación por el enfermo y sus familiares. Realizadas en varias etapas y de formas diversas, hasta llegar a esta última etapa, en la que un grupo se une más concretamente y se organiza para esta misión.

Sobre el 2007 fue cuando, animados por los párrocos, comenzaron a formarse ya más de forma específica para responder a estas necesidades del enfermo. El grupo empezó a reunirse una vez por semana durante unos tres años, para recibir formación, por las monjas Dominicas de la Presentación.

Más tarde, seguimos haciendo varios cursos en la parroquia, impartidos por María Fernanda Torres. Además, estamos unidos a los cursos y charlas específicas de la salud, de la diócesis de Málaga.

Sacramento de la Unción de los Enfermos

El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial para enfrentar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Ayuda al cristiano para poder sobrellevar con fortaleza y apoyo su estado de debilidad y dolor.

Lo esencial del sacramento consiste en ungir la frente y las manos del enfermo acompañada de una oración litúrgica realizada por el sacerdote o el Obispo, únicos ministros que pueden administrar este sacramento.

La Unción de enfermos se conocía antes como "Extrema Unción", pues sólo se administraba "in articulo mortis" (a punto de morir). Actualmente el sacramento se puede administrar más de una vez, siempre que sea en caso de enfermedad grave.

Sacramento de la Unción de los Enfermos

¿Cuántas veces puede recibir el sacramento un cristiano?

Las veces que sea necesaria, siempre que sea en estado grave. Puede recibirlo incluso cuando el estado grave se produce como recaída de un estado anterior por el que ya había recibido el sacramento.

¿Qué efectos tiene la Unción de enfermos?

La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia; obtiene consuelo, paz y ánimo; obtiene el perdón de los pecados (si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la reconciliación), restablece la salud corporal (si conviene a la salud espiritual) y prepara para el paso a la vida eterna.