En la mañana del pasado domingo, 24 de abril, tuvimos en nuestra Parroquia una hermosa celebración con nuestros hermanos ucranianos en la que, según su tradición, se bendijeron los alimentos pascuales, a la vez que oramos por el fin de la invasión de su país, que tanto dolor está ocasionando en sus vidas.
Cada producto de la cesta de mimbre, tiene su significado simbólico e ilustra la fe del pueblo ucraniano. El huevo es un símbolo de esperanza, nueva vida y resurrección. El «Krasanky», es un huevo cocido coloreado, y tradicionalmente es lo primero que se come entre toda la familia. Simboliza la unidad familiar y un buen año nuevo por venir.
El otro tipo de huevo, se conoce como Pysanky. Son preciosos huevos decorados, adornados con símbolos de la naturaleza y la cristiandad, dibujados con cera de abejas derretida. Estos no son para comer, suelen darse como regalo. El compartir los Pysanky con familiares y amigos, es un símbolo de buenos deseos hacia ellos.
El pan, es uno de los alimentos más festivos para los ucranianos. Dos tipos tradicionales, pueden encontrarse en las cestas de Pascua: Paska y Babka. Es el símbolo de Jesucristo, como el «pan de vida», la Paska, es un pan dulce grande y cilíndrico decorado con una cruz en el centro y rosetas o pinos alrededor. Además, en el momento de la bendición, se coloca una vela encendida en el centro de la Paska representando a Cristo, «la luz del mundo». Paska, significa «paso», como Cristo pasó de la muerte a la vida. La Babka, es un bizcocho ligero de forma cilíndrica. Su nombre significa «madre bendita». A veces se decora con una cruz. Ambas recuerdan al verdadero «pan de vida» que nutre el alma.
Varias carnes como el jamón, el cordero asado y el embutido se colocan también en la cesta, en representación de Jesús como el «cordero de Dios».El queso y la mantequilla se consideran símbolos de bondad y regalos que Dios nos da. La mantequilla es un símbolo de la bondad de Cristo que debemos emular hacia los demás.
El jrin, khrin recuerda las hierbas amargas usadas por los judíos en su Pascua para representar la amargura de su cautiverio en Egipto. En ocasiones se mezcla con remolacha, y recuerda la amargura de la pasión de Cristo y su posterior resurrección. La sal es tradicionalmente añadida a la cesta para recordar la «sal de la tierra» que debe permanecer viviendo en cristiandad. Se cubre con un paño decorado para recordar el sudario de Cristo.
MENSAJE DEL OBISPO:
Buscar los bienes del cielo
Tras una larga Cuaresma, en la que el Señor nos ha invitado a purificar nuestro corazón de los apegos mundanos, que nos apartan de la verdadera felicidad, llegamos a la celebración de la Semana Santa, que culmina con la Pascua de Resurrección. San Pablo nos recuerda nuestra nueva condición de hombres pascuales, que han vivido la experiencia pascual, muriendo con Cristo y resucitando con Él (cf. Col 3, 3). La nueva vida en Cristo consiste en buscar los bienes del cielo: «Por tanto, si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios» (Col 3, 1).
Si hemos resucitado con Cristo, no podemos vivir como los paganos, que ponen su corazón en las cosas de la tierra; hemos de buscar los bienes del cielo: «Aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra» (Col 3, 2).
La exhortación de Pablo va en este sentido: si hemos muerto con Cristo, nos espera la resurrección; si Cristo nos ha liberado, ya no podemos seguir viviendo como esclavos del pecado; si Él ha salvado nuestra vida, no podemos seguir viviendo como antes; si hemos experimentado su presencia salvadora, su amor llenará nuestro corazón; si hemos recibido su perdón, podemos sentirnos amados por Él; si creemos en Cristo Jesús, no podemos seguir viviendo como la gente que no cree en Dios.
El encuentro con el Resucitado lleva al creyente a proclamar la experiencia vivida y a comunicarla a los demás. Esa vivencia interior no puede quedarse encerrada en uno mismo y es como un fuego que se propaga a otros. Los apóstoles, testigos de la muerte y resurrección del Señor (cf. Hch 10, 39.41), reciben el mandato misionero de «predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos» (Hch 10, 42). Queridos fieles y cofrades, somos personas pascuales, que nos hemos encontrado con Jesús de Nazaret y somos portavoces de su resurrección. El Resucitado nos ha enseñado a buscar los bienes de arriba, los del cielo, donde Él nos espera para compartir su vida y el gozo eterno. Contad a todo el mundo que nuestra verdadera patria está en el cielo; que los bienes de la otra vida son eternos y no caducan. Os animo a vivir con gozo la Semana Santa y a resucitar con Cristo. Como María Magdalena (cf. Jn 20, 1-2) y los apóstoles (cf. Jn 20, 8-9), que creyeron en la resurrección de Jesús, ¡seamos también nosotros testigos gozosos y valientes de la misma! Deseo que viváis con gran devoción la Semana.
VIERNES DE DOLORES
En nuestro templo todo está preparado para la salida de esta tarde. 63 años después, nazarenos recorrerán las calles de Cártama. Hoy vivimos la historia de nuestro pueblo. Grupo Misericordia y Socorro
Eucaristía y veneración al icono de la Anunciación de María, en la Estación de Cártama.
Este icono de la Anunciación de Maria proviene de una iglesia Griego Ortodoxa de Homs en Siria, el icono es un testigo silencioso del dolor y sufrimiento de tantos Cristianos en muchos sitios del mundo y también un testimonio de fe en Cristo. El icono tiene incrustada una bala provocada por un ataque del grupo terrorista Daesh.
Vamos a estar a tu lado, Señor Jesús, recordando algunos momentos de aquella pasión, que sufriste por nosotros.
Tú nos habías dicho que: Si alguno quiere venir detrás de mí, que tome su cruz cada día y me siga. Queremos ser tus discípulos y estar contigo, recordando lo mucho que has hecho por nosotros. Ayúdanos a imitar tus gestos y recordar tus palabras.
V Domingo Cuaresma, 3 de abril de 2022. Según San Juan 8, 1-11. Hoy la comunidad se alegra al acompañar a Carla y Ainara quienes han completado los ritos y están preparadas para recibir el bautismo.